Tras el rechazo del DNU del presidente, Javier Milei, los líderes de la UCR se distanciaron del diputado Martín Lousteau y firmaron un comunicado aparte. Se trata de un grupo de cuatro gobernadores y los dos titulares de bloque en ambas cámaras, quienes mostraron otro tono.
En ese comunicado dijeron que apoyan la idea de impulsar nuevas reformas en el Gobierno, aunque repararon en que la gestión de Milei debe llamar al consenso y abandonar el tono de la campaña electoral.
La carta lleva el sello partidario y está firmada por Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes; Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza; Carlos Sadir, gobernador de Jujuy; y Leandro Zdero, gobernador de Chaco. En tanto que no lo firmó el santafesino Maximiliano Pullaro. Sí se sumaron los presidentes de bloque en el Senado y Diputados, Eduardo Vischi y Rodrigo de Loredo.
Un mandato de cambio
"Queremos un cambio en el país y una UCR moderna", remarcaron los dirigentes. "Argentina necesita acuerdos y consensos que permitan sacar al país del estancamiento y la decadencia que le achacaron al kirchnerismo. Respetamos el camino que eligieron los argentinos en las elecciones del año pasado -resaltaron- con un claro mandato de cambio y vamos a contribuir con las herramientas justas y necesarias que el Gobierno necesita para avanzar en su plan de gestión”, agregaron.
“Queremos un cambio en el país y trabajamos para construir un partido moderno, que acompañe las reformas estructurales que necesita hoy la Argentina. Apoyamos el orden de las cuentas públicas para salir de esta debacle y avalamos que esté en el orden de prioridades del Estado nacional la discusión de avanzar para que haya equilibrio fiscal y no vivir con déficit fiscal como ha pasado en los últimos 65 años, lo que achata cada vez más nuestras posibilidades de crecimiento”, precisaron.
“Apoyamos la discusión y el impulso de reformas necesarias en el gobierno nacional para sacar a flote a nuestra sociedad, ahogada con la inflación, la presión impositiva y la pobreza a la que nos fue sometiendo el kirchnerismo con un modelo negacionista, discriminador y corrupto”, insistieron.
No obstante, señalaron que esas reformas deben ser “fruto del consenso” y que por ese motivo “el Ejecutivo no debe tentarse con prolongar la narrativa electoral”.